El amor me trajo a Bilbao, y fue aquí donde decidí seguir el camino del diseño. Incursione en el sector de los vinilos decorativos. Sin embargo, conforme exploraba este mundo, descubrí una demanda creciente por soluciones en decoración más personalizadas y elaboradas. La transición natural hacia murales y papel pintado se convirtió en el siguiente paso. Este cambio no solo representaba un desafío estimulante sino también la oportunidad de fusionar mis habilidades del interiorismo con la expresión artística. Ahora, a través de este proyecto, ofrezco a los clientes la posibilidad de transformar sus espacios de manera única y significativa.